Sola, un poco cansada y desolada así me sentía aquella noche de viernes cuando mis amigas habían decidido cancelar todos los planes a última hora. Yo quería salir divertirme encontrar un poco de locura entre tanta sobriedad que me cubría todos los días pero que no me atrevía. Ahí estaba, sentada en un sillón con mil pensamientos, deseando el momento de romper con la rutina y de darle un poco de brillo a mi existencia. Había sostenido una relación de más de 12 años que lo único que me había traído era una eterna oscuridad con momentos disfrazados de felicidad, pero ya era pasado. Estaba decidida a vivir y a no arrepentirme de las cosas que fuera a realizar... Al fin y al cabo ya no era niña y era consciente de todo.  Cómo era costumbre cogí mi móvil y empecé a darle vuelta a las redes tratando de encontrar algo en qué entretenerme , hasta que... Llegó un mensaje: ¿Por qué tan sola? Era un viejo amigo con el cuál no hablaba algún tiempo pero que en pocas palabras su mensaje describía lo que sentía. Le conté de lo aburrida que estaba y de lo deseosa que me encontraba por descubrir nuevas cosas (el no sabía que me había separado tiempo atrás). Entre conversa y conversa surgió la idea de conocer un lugar, un poco exótico para mis gustos, nunca había visto sexo en vivo, ni aquellas cosas que se realizaban allí, pero talvez, eso era lo que quería mi curiosidad. Dame cinco minutos me dijo y sin pensar más le acepte su propuesta. Estaba fría no sabía qué mundo me iba encontrar, pero la excitación de hacer algo diferente me podía más. Llegó el momento me recogió en mi apartamento, lo saludé y sin más palabras nos dirigimos a aquel lugar. Todo era oscuro, la entrada un poco incógnita... Él ya sabía lo que hacía... Me preguntó si me sentía más cómoda al entrar con ropa, yo acepte con un movimiento de cabeza y sin decir más ingresamos. Las cosas no eran tan diferentes a las de una disco común, excepto por ciertas personas que se encontraban en ropa interior... Mi amigo pidió algo para tomar y empezamos a bailar .... Se me había olvidado lo divertido que era compartir tiempo y palabras con él. Empezó el show de media noche, salieron las modelos y empezaron a bailar y hacer muchas cosas más ... El lugar se llenó de excitación y de mucha ansiedad y por supuesto yo estaba allí con un deseo en mi interior que aumentaba conforme pasaban los segundos.... Sin darme cuenta le había empezado a acariciar la entrepierna y por un momento me llene de nerviosismo y de mucha vergüenza y la retire ... Pero él cogió mi mano y la volvió a colocar en dónde estaba... Ese fue el punto .... No me aguante más y empecé a subir poco a poco mi mano hasta llegar a su erecto pene, no sentí malestar de parte de él, era mi amigo ... Pero yo no pensaba nada en ese momento simplemente en sentir su miembro. Vimos las modelos como abrían sus piernas dejando a la vista todo aquello disponible a cuanto hombre deseara su sexo, algunos empezaban a lamer su cuerpo, otros a introducirse en ellos, la atmósfera se hizo cada vez más irresistible. Él se puso de pie cogió mi mano y me invitó a conocer el lugar... Todo había cambiado... Las personas se besaban, se tocaban, se comían sin ni siquiera haberse conocido.... Wow todo era tan excitante...alcé mi rostro y con un poco más de claridad lo pude ver mejor, sus ojos llenos de deseo... Recorrimos el lugar y entramos a un cuarto totalmente oscuro, había una cama, él se acostó y me invitó a que me acostara a su lado, me abrazo y yo empecé a acariciar su espalda y sus brazos y sin decir más alce mi rostro y sus labios se posaron en los míos, su lengua se introdujo en lo más profundo de mi boca y con la misma intensidad empece a devorar los suyos... Yo estaba muy excitada solo quería tocarlo más, tocar su duro pene que me hacia perder la noción, estaba súper mojada, mi sexo palpitaba, me aparte de sus labios y empecé a darle tiernos y delicados besos empezando por su cuello, se quitó la camisa y recorrí su pecho, hasta llegar a su centro... Ya se había desabrochado el pantalón y yo con mis manos baje un poco su ropa interior, lo pensé y le dí un tierno beso, solo eso. En ese instante llegaron personas a la habitación no me había percatado de ello, me sentí incómoda y él se dió cuenta, a lo cuál me preguntó si estaba dispuesta a ir a un sitio más agradable para mí, yo sabia lo que quería y sin vacilar dije que sí. Salimos de aquel lugar y nos dirigimos hacia el motel y en cuestión de instantes estábamos en la habitación, yo me senté en el borde de la cama pensando en que no me habia preparado para llegar hasta ese momento, pero como habia dicho al inicio de la noche sin arrepentimientos. Me acoste a su lado y empezó a acariciar mi cuerpo con las yemas de sus dedos, despacio toques pero intensos, yo sentía que me iba a hervir del deseo, lo quería ya en mi interior... pero él jugaba al decirme que no, me quito poco a poco cada prenda, la ropa ya se hacía molesta, hasta dejarme en ropa interior, y sin medir la situación poso sus dulces labios en mi sexo, pasando su lengua por mis labios interiores, con sus manos apartó un poco mis piernas para tener más acceso a mi clítoris el cuál absorbió con fuerza ... Ufff nunca había sentido tanto placer, introdujo sus dedos con fuerza sin vehemencia en mi vagina chorreada, mientras yo me retorcía de placer, se levantó, aparto mis piernas, las coloco en sus hombros y como un animal salvaje se introdujo dentro de mí y me empezó a embestir una y otra vez, mi cuerpo se estremeció, en cada movimiento sentía su palpitante miembro, no pensaba nada sino simplemente en sentir, cambio de pose, se acostó y con sus manos me condujo a que fuera yo la que tomara el control, sentirlo de esa forma, me hacía tocar el cielo sin estarlo. Me sentí deseada devorada y encontré aquel brillo que necesitaba. La noche fue corta para todo lo que hicimos, exploramos cada rincón de nuestros cuerpos, una furia de placer albergaba nuestro encuentro, no fue delicado, fue fuerte posesivo y era lo que yo anhelaba . Me hizo correr una y otra vez. Sin fuerzas estabamos allí los dos entregados a aquello que jamás habíamos imaginado. No quería pensar en nada, simplemente se había convertido en más que mi amigo menos que un amor. Así empezó todo...una noche de viernes desolada.