Nosotros, una pareja de esposos con ocho años de complicidad, nos adentramos en una etapa en la que la comunicación se volvió más fluida, la exploración más atrevida y nuestros deseos más intensos. Habíamos aprendido a confiar el uno en el otro, pero también a avivar la fantasía y el placer mutuo.

Un día, entre dinámicas, citas y confesiones íntimas, surgió un relato que despertó un deseo oculto. Ella, mi dulce esposa, reveló que tuvo un encuentro con su exnovio mientras nosotros ya éramos pareja (algo de un par de meses de noviazgo) aquel para ella solo se iban a encontrar para hablar como amigos,  tomaron algo en un PUB convenientemente cerca de la casa del tipo y terminaron culminando el acto sexual. Aunque al principio fue vergonzoso y penoso aunque muy liberador  para ella, para mí fue una revelación estimulante. Saber y sentir que otros la deseaban, pero que solo yo tenía el privilegio de poseerla, encendió una pasión dentro de mí que no conocía límites.

Fue así como, impulsado por esta nueva chispa, decidí llevar nuestro juego sexual a un nivel más salvaje explorando el lado oscuro del deseo y planeé una noche de castigo y venganza.

 Primero convine que fuéramos a quedarnos de visita en casa de mi suegra ,pues ella vive en otra ciudad y la visitamos con regularidad,  fuimos a cenar, y de  forma inesperada también coincidió en que mi cuñado llego de visita , lo que dio lugar a que compramos alcohol , prepare  algunos cocteles en casa y entre conversaciones, música y demás , comencé a darle rienda suelta a mis planes, lo primero que hice fue inventar una excusa para ir al cuarto un momento, allí La envolví en mis brazos con firmeza, sus manos inmovilizadas mientras mis palabras acariciaban su oído con promesas de sometimiento y placer.

Le ordene que abriera una caja que contenía un nuevo juguete a su colección, (un huevo vibrador a control remoto), que lo dejara entre esos  cacheteros que enmarcan un no  voluptuoso pero trabajado culo y procediéramos a continuar con la visita. Aprovechando la música a alto volumen procedí a activar su vibrador, ella solo me miro con mirada de miedo, susto, desespero pero a la vez soltó aquella sonrisa de que lo estaba disfrutando, fue así como mi esposa estaba teniendo placer sexual mientras recordaba momentos de su adolescencia con su mama y su hermano , todo dirigido y controlado a mi voluntad.

No paso mucho para que todos decidieran ir a dormir , por lo que lleve mi plan a la intimidad;  sin permitir que me diera besos   la tomé con fuerza desde atrás, baje sus cacheteros que para este momento estaban llenos de flujo transparente (el verdadero elixir de la juventud y la vida), allí le recordé que  aunque solo fuera a hablar con su ex  seguramente se había preparado con lencería seductora y una piel suave como la seda depilando su cuquita,  El resultado fue una explosión de placer y entrega que nos dejó transformados ...todo esto mientras nos limitábamos a no hacer mucho ruido pues los cuartos están relativamente juntos y seguro se escucha todo del otro lado de la pared, razón por la que decidí hacerlo en esta casa, pues se que ella disfruta mucho desinhibirse y gritar de placer , pero ahora tenia que ahogar sus gemidos entre las almohadas y controlar su respiración para no sonar como la perra que era en ese momento.

recordándole con cada embestida aquel momento de deseo y entrega hacia su ex y como eso no solo estaba mal , sino que debía ser castigada por ello Con cada caricia, cada asfixia, explorábamos un nuevo territorio de deseo y dominación. Nos entregamos por completo al juego, dejando atrás  prejuicios. Éramos una pareja reinventada, explorando juntos los límites de nuestro placer compartido.